El día de la boda de una pareja es uno de los más bonitos de la vida, de ahí que los protagonistas hagan todo lo posible para que los invitados estén lo mejor posible. Este día incluye muchos aspectos como lo relativo a las flores, la celebración, la organización en general y el menú de la boda. De hecho, una de las claves del éxito de una boda reside en cómo sea la comida. Por ello, daremos algunos consejos para elegir bien el tipo de menú y la organización para sacar los platos.
Aspectos a tener en cuenta para elegir bien el menú de una boda
Para comenzar, debemos decir que se trata de un servicio ofrecido por el restaurante o bien se hace a través de un catering que tienes que contratar e indicarle el lugar de la celebración. No obstante, también existe la opción de que el mismo sitio de celebración ponga un catering ya establecido.
En concreto, es una degustación de diferentes platos que tendrás que elegir a la carta en la prueba del menú, el cual no tiene coste y al que normalmente pueden asistir entre dos y seis personas. Además de los novios, suelen ir los padres o familiares cercanos. De hecho, es mejor que te rodees de personas de confianza que sean sinceros para deciros qué opción es la mejor para que el catering lo lleve a los invitados durante el día de la boda.
Llegados a este punto, es posible que te preguntes cómo empezar. Lo primero es contratar el banquete, que en la mayoría de los casos se hace con bastante antelación (al menos un año), ya que la degustación del menú la puedes realizar más adelante, cuando falten unos meses para la boda. Sin embargo, no solo tienes que fijarte en el sabor de la comida o la decoración de los platos, sino también en la calidad del servicio, algo a mirar con lupa desde el primer momento.
Además, a la hora de contactar con la empresa encargada del catering, ya sea el restaurante propietario de la hacienda o un servicio por separado, debes asegurarte que tiene experiencia en estos eventos. Teniendo en cuenta esto, puedes concretar un día entre semana y en horario de comida o cena (depende de si la boda es de día o de noche) para asemejar lo máximo posible la prueba con el servicio el día de la boda.
Igualmente, es importante que pruebes diferentes postres, ya que muchos invitados se quedan con este sabor al ser lo último que comen en la boda. De hecho, ahora hay muchas opciones para elegir, por lo que puedes optar por una tarta de un solo sabor o combinar varios postres.
El cóctel de bienvenida
Tan importante es la comida como el cóctel de bienvenida. Es más, muchas personas se quedan impresionadas con estos aperitivos, en los cuales puedes asegurarte de que se cumple con todos los detalles. Por ello, una buena opción es ofrecer platos ligeros para que los invitados puedan comer algo antes de sentarse, pero no se llenen del todo. Además, no debes preocuparte por los ingredientes, ya que todos los menús suelen ser bastante equilibrados al estar elaborados por profesionales de la restauración.
En resumen, es recomendable que tengas en cuenta todos estos aspectos para tener un buen menú de boda y que los invitados estén a gusto con la comida en todo momento. Y recuerda incluir la comida justa en los entrantes para que las personas puedan probar todos los platos del menú y lleguen con algo de hambre hasta que los camareros sirvan los distintos postres.